Manuel Pertegaz, aunque ha desarrollado toda su dilatada trayectoria profesional en Barcelona, nació en 1917, en el mas de los Pertegaces situado, en ese cachito del paraíso perdido en la provincia de Teruel, que es Olba. Lo que, en los medios, se ha recogido como “turolense de nacimiento, barcelonés de adopción”
El premio le ha sido concedido, según el jurado, “por ser el decano en activo de los diseñadores de moda y eslabón obligado entre nuestro tiempo y la tradición de Balenciaga”, también ha valorado que “En su figura se da la pasión por la artesanía que implica la Alta Costura y, al mismo tiempo, el desarrollo industrial de este estilo.”
Como señalaba E. de la Torriente, en El País, del 31 de octubre de 2009, “A pesar de operar desde una España muy distinta a sus exquisitas y modernas creaciones, Pertegaz gozó de gran reconocimiento internacional en los cincuenta y sesenta. Sobre todo, en Estados Unidos, donde recibía por igual los favores de Harvard y de Hollywood.” Su carrera ha venido marcada por “La suma de sus terquedades” como trabajar desde su país, rechazó trasladarse a París como sucesor de Christian Dior, tras su súbita muerte, y un perfeccionismo, cada día más raro.
En 2004 una exposición en el Centro de Arte Reina Sofia, reconoció su larga trayectoria y su contribución a la creación contemporánea.
Lo dicho, volveremos a hablar de él.
Lo dicho, volveremos a hablar de él.
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