Al cumplirse este año el décimo aniversario de la muerte de la ceramista, poetisa y agitadora cultural Teresa Jassà (Calaceite, 1928-1999) el Ayuntamiento de su localidad natal y el Museo Juan Cabré, van a rendirle un homenaje, “reeditando su libro de poemas “Eixam de poemes” y volviendo a exponer la colección titulada “Barajando temas de Goya” que Teresa Jassà donó al pueblo de Calaceite en su totalidad, para que siempre permaneciera unida, tal y como ella la concibió en su día con motivo del 150 aniversario de la muerte de Goya”
En 2001, al poco de morir, el Museo de Teruel y el Taller-escuela de cerámica de Muel realizaron una exposición antológica y publicaron un excelente catálogo: El mundo de Teresa Jassà [1928-1999], Taller-Escuela de Cerámica de Muel/Museo de Teruel, Zaragoza, 2001, donde se recogía una buena muestra de su trayectoria, y del que entresacamos algunos párrafos:
“En Teresa su cerámica va más allá de la España femenina de su época, al reunir el sabor de los ilustrados con la sabiduría popular. Si en Goya encontró la paz y la modernidad, a partir del conocimiento interpretativo de Lorca surge la acción de un nuevo uso del color, donde el verde suma al rojo su ión volcánico para plasmar un máximo impulso cerámico que luego perdura en todo el resto de su vida/obra” Fidel Ferrando, p. 16.
“Supe entonces que Teresita había ido a pasar una temporada en Gran Bretaña pero que no regresaba. Luego averigüe que durante ese tiempo había recorrido muchas tierras y que había abandonado la Facultad de Farmacia para estudiar Bellas Artes en Perpiñán. Fueron días difíciles de prueba, pero también de cultivo interior y renacimiento. Y entonces, a principios de los sesenta, se estableció por fin en su Calaceite, con su hermana Gregoria.”... “Teresa Jassá ha sido una artista poco común, que se obstinó en fructificar en una tierra dura, porque la amaba y era suya, cuando pudo haber elegido un camino menos escarpado y abrupto. Pero a una persona tan vitalmente comprometida con la verdad, le habría parecido una deserción y una traición sustraerse al sacrificio y el esfuerzo,”... “La exquisita sensibilidad de Teresa Jassà hubo de constreñirse al ámbito de los íntimos y terminó recluyéndose en la desolación interior, en la desolación de la soledad, mitigada por tantas amistades valiosas como cultivó a lo largo de su vida y mas cuidadosamente en su retiro calaceitano, en las tertulias con escritores, poetas y artistas,” Dario Vidal, p. 21, 22 y 24.
“A su regreso a Calaceite siente el dolor de la progresiva quiebra del mundo rural. Son años tristes de éxodo incesante, pero Teresa, desoyendo muchas voces amigas, vuelve al Matarraña, para establecer su taller en Calaceite, tal vez con la ambición de recuperar sus mejores sueños infantiles... Además de su brillante trabajo como ceramista, que en pocos años alcanzó un amplio reconocimiento, no dejó de participar en la vida cultural de la comarca...Como pocas veces ocurre, su obra plástica gozó a un tiempo del aprecio del gran público y del de los críticos de arte. No cultivó la cerámica tradicional, aunque conocía y apreciaba su técnica... practicó -junto a trabajos de corte más popular y comercial- una cerámica de aliento más abstracto...En otro orden de cosas, a lo largo de su vida hay una constante entre sus preocupaciones culturales: la conservación y defensa de la lengua catalana que se habla en Aragón... No menos impagable fue su permanente dispocisión para la acogida afectuosa de tantos y tantos artistas, escritores e intelectuales que se vinculaban a Calaceite. Cultivó la amistad de todos ellos: escritores como Joan Perucho, Ángel Crespo, José Donoso, Mauricio Wacquez, Antoni Marí; pintores como Ràfols Casamada, Romà Vallés o María Girona; escultores como Fernando Navarro; fotógrafos como Joan Fontcuberta; el profesor y fundador de Noesis, Didier Coste; la antropóloga Bignia Kuoni..., el diseñador gráfico Yves Zimmermann y el gran editor Gustavo Gili...lo local no siempre es localista, lo local es muchas veces una forma de alcanzar lo universal...”, José Ignacio Micolau Adell, pp. 27, 28 y 30
Sirva esta selección de fragmentos para recordar a una mujer incansable que reconocía a Antón Castro: “No tengo nada de que arrepentirme, pero creo que me ha faltado ambición. Tenía que haber sido más creativa”, p. 36
Concluimos esta entrada con unas palabras de Teresa Jassà que definen su concepto de creatividad: “Esbozar en la mente algunos trazos, atar el pensamiento a una grafía y dejarla volar, soñar... Volcar el alma sobre un pellón de barro, para mí, esto es crear.” p. 151.
En 2001, al poco de morir, el Museo de Teruel y el Taller-escuela de cerámica de Muel realizaron una exposición antológica y publicaron un excelente catálogo: El mundo de Teresa Jassà [1928-1999], Taller-Escuela de Cerámica de Muel/Museo de Teruel, Zaragoza, 2001, donde se recogía una buena muestra de su trayectoria, y del que entresacamos algunos párrafos:
“En Teresa su cerámica va más allá de la España femenina de su época, al reunir el sabor de los ilustrados con la sabiduría popular. Si en Goya encontró la paz y la modernidad, a partir del conocimiento interpretativo de Lorca surge la acción de un nuevo uso del color, donde el verde suma al rojo su ión volcánico para plasmar un máximo impulso cerámico que luego perdura en todo el resto de su vida/obra” Fidel Ferrando, p. 16.
“Supe entonces que Teresita había ido a pasar una temporada en Gran Bretaña pero que no regresaba. Luego averigüe que durante ese tiempo había recorrido muchas tierras y que había abandonado la Facultad de Farmacia para estudiar Bellas Artes en Perpiñán. Fueron días difíciles de prueba, pero también de cultivo interior y renacimiento. Y entonces, a principios de los sesenta, se estableció por fin en su Calaceite, con su hermana Gregoria.”... “Teresa Jassá ha sido una artista poco común, que se obstinó en fructificar en una tierra dura, porque la amaba y era suya, cuando pudo haber elegido un camino menos escarpado y abrupto. Pero a una persona tan vitalmente comprometida con la verdad, le habría parecido una deserción y una traición sustraerse al sacrificio y el esfuerzo,”... “La exquisita sensibilidad de Teresa Jassà hubo de constreñirse al ámbito de los íntimos y terminó recluyéndose en la desolación interior, en la desolación de la soledad, mitigada por tantas amistades valiosas como cultivó a lo largo de su vida y mas cuidadosamente en su retiro calaceitano, en las tertulias con escritores, poetas y artistas,” Dario Vidal, p. 21, 22 y 24.
“A su regreso a Calaceite siente el dolor de la progresiva quiebra del mundo rural. Son años tristes de éxodo incesante, pero Teresa, desoyendo muchas voces amigas, vuelve al Matarraña, para establecer su taller en Calaceite, tal vez con la ambición de recuperar sus mejores sueños infantiles... Además de su brillante trabajo como ceramista, que en pocos años alcanzó un amplio reconocimiento, no dejó de participar en la vida cultural de la comarca...Como pocas veces ocurre, su obra plástica gozó a un tiempo del aprecio del gran público y del de los críticos de arte. No cultivó la cerámica tradicional, aunque conocía y apreciaba su técnica... practicó -junto a trabajos de corte más popular y comercial- una cerámica de aliento más abstracto...En otro orden de cosas, a lo largo de su vida hay una constante entre sus preocupaciones culturales: la conservación y defensa de la lengua catalana que se habla en Aragón... No menos impagable fue su permanente dispocisión para la acogida afectuosa de tantos y tantos artistas, escritores e intelectuales que se vinculaban a Calaceite. Cultivó la amistad de todos ellos: escritores como Joan Perucho, Ángel Crespo, José Donoso, Mauricio Wacquez, Antoni Marí; pintores como Ràfols Casamada, Romà Vallés o María Girona; escultores como Fernando Navarro; fotógrafos como Joan Fontcuberta; el profesor y fundador de Noesis, Didier Coste; la antropóloga Bignia Kuoni..., el diseñador gráfico Yves Zimmermann y el gran editor Gustavo Gili...lo local no siempre es localista, lo local es muchas veces una forma de alcanzar lo universal...”, José Ignacio Micolau Adell, pp. 27, 28 y 30
Sirva esta selección de fragmentos para recordar a una mujer incansable que reconocía a Antón Castro: “No tengo nada de que arrepentirme, pero creo que me ha faltado ambición. Tenía que haber sido más creativa”, p. 36
Concluimos esta entrada con unas palabras de Teresa Jassà que definen su concepto de creatividad: “Esbozar en la mente algunos trazos, atar el pensamiento a una grafía y dejarla volar, soñar... Volcar el alma sobre un pellón de barro, para mí, esto es crear.” p. 151.
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