sábado, 10 de octubre de 2009

Pedro Pérez Esteban, temas artísticos de primer nivel.

“Fotografiar los restos de la Guerra Civil me ha enriquecido mucho como persona. Es un tema artístico de primer nivel” declaró Pedro Peréz Esteban al Heraldo de Aragón (16 de enero de 2009), al presentar Morir al raso, un libro de fotografías sobre las huellas de la guerra civil con imágenes de Pedro Pérez Esteban (Teruel, 1961), y con textos de José Giménez Corbatón. No es el primer libro de Pedro Pérez Estaban ni tampoco la primera colaboración con Corbatón. Ya en 2002, Pedro Pérez Esteban realizó las fotografías para el libro Piel de otoño, con textos de Antonio Losantos, publicado por March editor. Según la nota editorial del libro “Las imágenes de Pedro Pérez Esteban sobre los paisajes de la Sierra de Gúdar, en Teruel, nos hacen sumergirnos en el otoño de este espacio natural y empaparnos con toda la fuerza expresiva de los amarillos, ocres y rojos de los bosques. Cualquier elemento del paisaje es motivo para ser fotografiado, desde el perfil de un árbol hasta las hojas que tapizan el suelo del bosque.”
En ese mismo año, y para la misma editorial colabora en el libro Huesca conserva la magia.
En 2003, su participación en Sierra de Gúdar, Las huellas del hombre, también para March editores, supone su primer contacto editorial con el escritor José Giménez Corbatón. 
En 2004 también participó en el libro del Instituto de Estudios Turolenses Teruel: pura luz que recogía 85 fotografías (suyas y de Kim Castells) y 25 textos sobre la provincia de Teruel. En 2006 se confirmó la fructífera colaboración mantenida con el escritor José Giménez Corbatón publicando el deslumbrante Cambriles (Grupo de estudios masinos), sobre “sobre el inaudito episodio desarrollado en esta cueva sima durante la Guerra Civil en que fue aprovechada por un numeroso grupo de refugiados que huían de las más que posibles represalias que sobre ellos se cernían en la hasta esos momentos zona republicana” El masino edición digital.
También en el 2006, colabora en el libro La escuela en la memoria, del Museo Pedagógico de Aragón, publicado por la DGA.
Gíménez Corbatón también había trasmitido a Pedro, según Alicia Royo en el Diario de Teruel, su pasión por las masadas y “decidieron hacer un trabajo conjunto que no cayera en la recurrente visión paisajística de la casa y su entorno.” Tras seis años de recorrer juntos “las masadas abandonadas de buena parte de la sierra de Gúdar”, publicaron Masada.Signos (Gobierno de Aragón, 2007). En noviembre 2008, se presentó el libro publicado en la colección Amarga Memoria, del Gobierno de Aragón el libro: Vestigios de la Guerra Civil en Aragón. Zaragoza, con textos de Fernando Martínez de Baños, e imágenes de Pedro Pérez Esteban, sobre las huellas que perviven de la Guerra Civil en el paisaje zaragozano.
Morir al raso, publicado en la misma colección, se halla precedido de una serie de relatos escritos con la maestría que caracteriza a Giménez Corbatón y que lo muestran como ese escritor que crea adicción que es. “Estar al raso, sin ninguna protección bajo las balas, y a ras del estamento militar, es decir el combatiente que está abajo del todo, sufriendo realmente la vida en la trinchera, la angustia, la monotonía, el estar deseando que eso termine y regresar a su casa vivo” afirma el escritor según recoge Teresa Giner en el Aragondigital.es. También ha apuntado que “las huellas que deja son tremendas, y las cicatrices no están del todo cerradas”. “Hay que abrirlo todo, airearlo y contarlo para que por fin se cierren, o por lo menos podamos mirarlas con cierta serenidad”. Pedro Peréz por su parte reconoce haber sentido miedo durante su trabajo al “meterse en el pellejo de quien estuvo ahí. Estás bajo tierra y en ese lugar caían bombas, ves lo cerca que estaban unas trincheras de las contrarias. A mí me generaba cierto desasosiego”.
La parte visual se divide en cuatro secciones:
Cielo
“El cielo, las nubes, lo único reconocible cuando todo se diluye como el rocío, manchas de nieve de un firmamento irremediablemente lejano.”

Tierra
“Tierra. Sargantana. Piel de Sargantana. Repta. Repta, soldado. Besa la tierra.”

Interior
“No me consuelan las planchas de madera, al fondo de la casamata. No me reconforta la piel de los muertos.”
Trazo
“Envueltos en sábanas de hormigón, envueltos de acero, no vemos nada cuando nos miramos a los ojos.”
Las fotografías bajo el título de “Huellas y voces de la guerra civil” se expusieron a principio de año en la antigua Capitanía General de Aragón en Zaragoza. En primavera en el Centro de Interpretación, Documentación y Estudios de la Guerra Civil (se prorrogó hasta mayo dado el éxito que tuvo) y junio en Ateca. La última colaboración entre escritor y fotógrafo si no me equivoco apareció este agosto en el Diario de Teruel con el reportaje: “José Castarlenas. Recuerdos de un “barbi” en la Guerra Civil española”
Pongo el enlace con de su blog http://eltallerdepedro.blogspot.com/. Un blog parco en palabras, como el mismo Pedro, pero lleno de magníficas imágenes y en el que se puede ver la trayectoria del fotógrafo: con sus fotos de Estambul, La Habana, Guatemala, Vietnam (una magnífica fotografía de esta serie fue portada de la revista A tres bandas nº 24), su trabajo sobre “un gallo (él mismo) en la escuela del circo”, Canarias, las huellas de la II Guerra Mundial, una imagen del Cabo Touriñán, serie de la que pudimos ver un tríptico en la colectiva Inútil, con un breve texto de Antonio Losantos que no me resisto a reproducir “¿Qué utilidad tiene la entrega de los hombres, sus espaldas dobladas, si el progreso insaciable ha barrido la belleza y ni la espuma del mar puede limpiar tanto abandono?”. No ha colgado, por ahora, nada de su serie sobre la escuela de toreros, ni de los desnudos que expuso en el pub Marx, hace ya muchos años, y que fue la primera exposición que ví de Pedro Pérez Esteban, y que recuerdo como el inicio de mi admiración por su trabajo.

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