Pues si, me encanta este video. Las razones por las que algo nos gusta, no son siempre explicables racionalmente. Y la verdad es que en el arte, y en la vida, antepongo en muchas ocasiones las intuiciones a los razonamientos, prefiero quedarme con lo que vislumbro antes que con lo que veo. Pero ante la duda de sí de verdad me encanta este video, voy a tratar de racionalizar el porqué. La primera razón quizás sea la más personal: uno de mis sueños de adolescente era que un grupo (o director) de la Movida rodara un videoclip (o corto) en Teruel, donde la trama fuera insustancial y lo único sustancial en él fuera el decorado: las calles de Teruel. Creo que se comprenderá que al ver el videoclip de Niños de Brasil encontré afinidades con mi quimérico sueño. A esta razón personal e intransferible para valorar el trabajo de Niños de Brasil, se unen otros elementos: me encanta esa mezcla de lugares emblemáticos y parafernalia casera, me hace gracia Santi Rex disfrazado de fraile con gafas de sol; esos disfraces de tienda de todo a cien, tan lejanos de cualquier intento de verosimilitud recreacionista, que comparten el desenfado de Los Inhumanos, pero sobre todo me recuerdan a los monjes mamporreros que salían en el programa de Boadella en TVE a altas horas de la noche. Me gusta esa mezcla de momentos crepusculares, con luces cegadoras, y esas letras NB proyectadas como en una película de Batman de serie B. Y qué decir de la impagable coreografía; con esta bailarina correteando por calles, corredores y ánditos, dando volteretas en la iglesia, y de esas persecuciones propias de un anuncio de colonia navideña. Y ese final tan chulo y efectista, con las manos de los amantes. Me gusta porque tras esa aparente seriedad y trascendencia NB demuestran que no hay que tomarse nada en serio. Un chiste pierde la gracia cuando se explica, espero que el videoclip de Niños de Brasil la siga manteniendo. Menos Soledad Giménez y más Niños del Brasil PD: ya en la primera entrada de este blog hice un pequeño homenaje a la canción de Niños del Brasil.
¿De verdad?
ResponderEliminarPues si, me encanta este video. Las razones por las que algo nos gusta, no son siempre explicables racionalmente. Y la verdad es que en el arte, y en la vida, antepongo en muchas ocasiones las intuiciones a los razonamientos, prefiero quedarme con lo que vislumbro antes que con lo que veo. Pero ante la duda de sí de verdad me encanta este video, voy a tratar de racionalizar el porqué. La primera razón quizás sea la más personal: uno de mis sueños de adolescente era que un grupo (o director) de la Movida rodara un videoclip (o corto) en Teruel, donde la trama fuera insustancial y lo único sustancial en él fuera el decorado: las calles de Teruel. Creo que se comprenderá que al ver el videoclip de Niños de Brasil encontré afinidades con mi quimérico sueño. A esta razón personal e intransferible para valorar el trabajo de Niños de Brasil, se unen otros elementos: me encanta esa mezcla de lugares emblemáticos y parafernalia casera, me hace gracia Santi Rex disfrazado de fraile con gafas de sol; esos disfraces de tienda de todo a cien, tan lejanos de cualquier intento de verosimilitud recreacionista, que comparten el desenfado de Los Inhumanos, pero sobre todo me recuerdan a los monjes mamporreros que salían en el programa de Boadella en TVE a altas horas de la noche. Me gusta esa mezcla de momentos crepusculares, con luces cegadoras, y esas letras NB proyectadas como en una película de Batman de serie B. Y qué decir de la impagable coreografía; con esta bailarina correteando por calles, corredores y ánditos, dando volteretas en la iglesia, y de esas persecuciones propias de un anuncio de colonia navideña. Y ese final tan chulo y efectista, con las manos de los amantes. Me gusta porque tras esa aparente seriedad y trascendencia NB demuestran que no hay que tomarse nada en serio.
ResponderEliminarUn chiste pierde la gracia cuando se explica, espero que el videoclip de Niños de Brasil la siga manteniendo.
Menos Soledad Giménez y más Niños del Brasil
PD: ya en la primera entrada de este blog hice un pequeño homenaje a la canción de Niños del Brasil.