lunes, 11 de octubre de 2010

El regreso

Nacho de Diego ha sido para muchos de nosotros, la personificación de la efímera movida turolense, cuya existencia física se desdibuja con el paso del tiempo hasta casi desaparecer, hasta dudar de su existencia, a la vez que, de forma indeleble, se queda grabada en la memoria como recuerdo de las posibilidades del arte turolense y de sus agujeros negros.
A mediados de los ochenta, Nacho llegó al Madrid de la movida, un lugar donde las ansias de comerse el mundo no acaban devorando de un bocado las ambiciones de un artista adolescente o, al menos, no del primer bocado.
Hoy, Nacho de Diego trabaja como director de arte en la prestigiosa agencia de publicidad Ogilvy y es un reputado diseñador gráfico. Aunque ha diseñado otros objetos, como sus deseados puntos de lectura, destaca fundamentalmente como ilustrador.
La exposición, organizada por la Fundación Teruel Siglo XXI, en la Cámara de Comercio, gira en torno a las ilustraciones que componen la primera entrega de la colección Curious Artist Book. Este libro, preciado objeto de colección, ha merecido en los últimos Premios Visual de Diseño de Libros los galardones de ilustración y de producción gráfica y un diploma al diseño de libro. Pero nos muestra esto y mucho más.
Sobre su estilo, podemos leer la introducción del mismo libro: “Nacho de Diego ilustra más como un diseñador que como un dibujante. (…) elimina los superfluo quedándose sólo con los elementos realmente significativos, (…) La sobriedad, el orden y la economía son a la vez sus principios particulares de diseño y su material expresivo.”
En sus creaciones desfilan políticos y monstruos, vírgenes y luchadores mejicanos, una iconografía personal de polos opuestos que se atraen y se deleitan, en un baile de máscaras de divertida rigurosidad. Ernesto Utrillas Valero, Diario de Teruel, 8 de octubre de 2010, p. 31.

Entrevista en TLT

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