La toma de Teruel y los monumentos emblemáticos.

La toma de Teruel además de ser dibujada por los niños, fue motivo de celebración esperanzada en la zona republicana. El ayuntamiento de Montcada i Reixac emitió unos sellos benéficos con este motivo. La emisión de sellos benéficos y viñetas fueron muy frecuentes el bando fiel a la legalidad. No se trata propiamente de sellos postales, aunque en algunos casos como en este aparezca la palabra correos, son más bien una vía de obtención de fondos económicos para causas variadas.
Los emitidos en el municipio barcelonés ofrecen dos vistas muy representativas de la ciudad de Teruel y de la confrontación armada.
En el primero por medio de un fuerte contrapicado aparece un monumental soldado y tras él un, no menos monumental, viaducto convertido en un emblema de la toma de Teruel. El viaducto había supuesto un emblema de la modernización de la ciudad y ahora se convertía en la vía de acceso a la muela donde se asienta la primera capital de provincia recuperada. Ver aquí como el viaducto aparece de una u otra manera en los dibujos de los niños republicanos.
Hasta ese momento, los Arcos habían sido el monumento más emblemático de Teruel, entendido como aquél cuya imagen permite identificar automáticamente con la ciudad en donde se halla, y continuara siéndolo, hasta que las torres mudéjares, sus más directas competidoras y siempre a la zaga, lo desplacen definitivamente.
El viaducto en el sello de Montcada i Reixac trasmite fuerza y modernidad, y traza el camino del ¡Teruel por la república!

En el otro sello, una joven, personificación de la república, alza ufana la corona de laurel, salvaguardada por miembros del ejército republicano, cuya disposición en diagonal permite la visión del caserío bajo la imponente silueta del seminario, último núcleo de resistencia de los sublevados. El edificio coronado por la cúpula de su iglesia aparece intacto, como una mole otrora inexpugnable.