domingo, 8 de mayo de 2011

El precursor Iranzo, según Sánchez Vidal

Justo en estos días que estábamos preparando una entrada en la que se recoge la visión de Terenci Moix sobre Juan García Iranzo, aparece, en el Heraldo Domingo de hoy, un articulo de Agustín Sánchez Vidal, en su bisemanal ‘Puntos de vista’, dedicado al ilustrador turolense con el título “Cachorros”, en el que podemos leer lo siguiente: “A 2011 le corresponde un aniversario que no sé si se celebrará ni si hace falta alguna: los sesenta años de la aparición de ‘El cachorro’. Ese eslabón nada perdido entre ‘el Guerrero del Antifaz’ y ‘El Capitán Trueno’. Su autor, Juan García Iranzo, nació en la localidad zaragozana (sic) de Muniesa. Así lo recuerda el ayuntamiento en su página web. Merecidamente. Es uno de los puntales de lo que Terenci Moix denominó ‘Escuela Bruguera’. En ella ocupa un destacado lugar también en su registro cómico, con creaciones como Antonio Barbas Heredia o la Familia Pepe.
‘El Cachorro’ aparece allí en 1951, cuando esa casa todavía no es sinónimo de cuasi-monopolio del mercado de la historieta. Sobre todo en el terreno del cuadernillo apaisado, donde se vierten las aventuras. Ahí quien triunfa es Editorial Valenciana, de la mano del dibujante Manuel Gago y ‘El guerrero del Antifaz’. Y para competir con él se lanza la obra de Iranzo. Dado que es autor tanto de los guiones como de los dibujos –y le gusta cuidar ambos- pacta una periodicidad quincenal, negándose al agotador ritmo semanal.
Las series de piratas de toda laya y condición habían quedado tan marcadas por la gran codificación de Stevenson en ‘La isla del tesoro’ que pocas escapan a su influjo. Pero los corsarios, filibusteros y berberiscos de Iranzo van bastante más por libre. Como el resto de sus cuadernos de aventuras para ediciones Toray: ‘El Capitán Coraje’, ‘Rayo Kit’, la serie del Oeste ‘Dick Relámpago’ o la inefable ciencia-ficción de ‘Kosman’. Y, por supuesto, está su estilo gráfico. La inconfundible e insólita apuesta contra el realismo prácticamente obligatorio en estos géneros. Él se lo salta a la torera con un inagotable despliegue de imaginación, talento y energía. No es extraño que en los años 1980 fuese de los pocos que se recicla y comparte singladura con la revista ‘Makoki’. Era un precursor.”, Agustín Sánchez Vidal, “Cachorros”, Heraldo Domingo, 8 de mayo de 2011, p. 9.

Dejamos, para un futuro no muy lejano, la entrada con la visión sobre Iranzo de Terenci Moix.

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